Los árboles son pilares fundamentales en el mundo tanto para los humanos como para el medio ambiente. Nos benefician purificando el agua, el aire, y creando mejores condiciones sociales. Los árboles también son beneficiosos para el medio ambiente, ya que son el hábitat natural de varias formas de vida, enfrían nuestro clima y mejoran nuestro suelo.
Los árboles purifican el agua y frenan la lluvia filtrándola a través de sus raíces. Este proceso previene la erosión y reduce el riesgo de saturación e inundaciones.
Aproximadamente 1/3 de las ciudades más grandes del mundo dependen de áreas forestales protegidas para una elevada proporción de su agua potable. Esto incluye ciudades como Nueva York y Singapur.
Habitualmente se habla de los árboles y los bosques como de "los pulmones del planeta" por una razón muy simple: producen oxígeno. Se calcula que 0,4 hectáreas de árboles pueden proporcionar los niveles de oxígeno requeridos para 12 personas durante un año.
Además de absorber CO2, los árboles también absorben gases dañinos y contaminantes como el dióxido de azufre, el ozono, el amoníaco, el monóxido de carbono, y los óxidos de nitrógeno.
Los árboles enfrían el aire que los rodea proporcionando sombra y a través de un proceso llamado enfriamiento por transpiración. Esto sucede cuando los árboles desprenden gotitas de sus ramas que enfrían el área donde se encuentran cuando se evaporan.
Se extraen muchas medicinas de la corteza de los árboles, de sus hojas y de sus flores de distintas especies. Estas van generalmente destinadas a la fitoterapia, pero muchos de los componentes empleados en la industria farmacéutica están basados en sustancias extraídas originalmente de los árboles.
Muchas de las personas que viven en condiciones de extrema pobreza en el mundo viven cerca de un área forestal. La comida, bebida, y materiales obtenidos de estos bosques pueden sumar hasta el 28% de las ganancias totales por hogar en algunas regiones tropicales y subtropicales.
Se ha demostrado que los árboles y la naturaleza mejoran la salud mental y la capacidad cognitiva tanto en individuos sanos como en aquellos que padecen de enfermedades mentales.
Los bosques son el hábitat natural de aproximadamente el 80% de la biodiversidad terrestre en el mundo. Esto incluye desde pequeños invertebrados hasta grandes mamíferos.
Los árboles también son el hogar de grandes cantidades de insectos, con árboles como el abedul y el sauce albergando más de 300 especies distintas.
Hasta 100 especies al día podrían extinguirse debido a la pérdida de selvas tropicales.
Los bosques naturales capturan CO2, actuando como desagües de dióxido de carbono. Cada año los bosques y los árboles absorben el equivalente a 2 billones de toneladas de CO2, aproximadamente 1/3 de todo el CO2 desprendido en la quema de combustibles fósiles.
La deforestación acelera el cambio climático al desprender reservas de CO2. Aproximadamente el 18% de las emisiones globales provienen de la deforestación (5-10 GtCO2e), lo que supera a la totalidad del sector de transportes a nivel mundial.
Los árboles hacen que el suelo sea menos propenso a la erosión. El dosel arbóreo también protege las capas inferiores del suelo.
Los desechos de los árboles (a menudo en forma de hojas caídas) permiten el reciclaje de nutrientes entre los árboles y el suelo.
Las raíces de los árboles aflojan la capa superior del suelo a la vez que incrementan la porosidad del subsuelo. Además, la fuente constante de carbono procedente de los árboles perennes beneficia a los microorganismos de la tierra, lo que une las partículas del suelo mejorando su estructura.
Creemos que el conocimiento es esencial para entender la crisis climática. Las buenas decisiones solo pueden proceder de una comprensión clara y de datos exactos. Esto nos llevó a crear nuestro programa #EcoEducation. Descubre su serie de contenidos.